Introducción: una de las experiencias más dolorosas y desconcertantes que pueda vivir una persona es saber que su hijo tiene cáncer. Una de las reacciones frecuentes es el miedo, el dolor y la incertidumbre; conocer más esta enfermedad, sus causas, sus tratamientos, y sobre todo, saber más cosas con las que poder ayudar al niño a enfrentarse a los tratamientos que serán necesarios para combatir la enfermedad.

Objetivo: describir el comportamiento clínico-epidemiológico de la neoplasia en edades pediátricas.

Método: se realizó una búsqueda de información en las bases de dato Scopus, SciELO, PubMed, Lilacs, AmeliCA y Redib. Se seleccionaron las 25 referencias que cumplieron los criterios de valides: tratar la el comportamiento de la neoplasia infantil desde los distintos parámetros clínicos, epidemiológicos, diagnósticos y de tratamiento.

Desarrollo: El “cáncer” infantil no es una sola enfermedad, sino que incluye un gran número de enfermedades, con características particulares y con un comportamiento absolutamente diferente entre sí. En general, su pronóstico es favorable, con mejor tolerancia a los tratamientos y una mayor respuesta que los adultos, por lo que se consigue una mayor tasa de curación. En contraposición, los supervivientes de neoplasias infantiles tienen un riesgo importante de desarrollar efectos secundarios en la vida adulta e incluso segundas neoplasias. En la mayoría de los casos no es posible llevar a cabo una prevención primaria ni secundaria del cáncer infantil.

Conclusiones: Las neoplasias en esta edad representan un duro golpe para las familias de quien la padece. Estas enfermedades se presentan en una amplia variedad de características tanto clínicas como epidemiológicas. Es importante que aún, conociendo las grandes dificultades a las que tendrá que enfrentarse, se sabe que, para el beneficio de todos los miembros de la familia, la vida debe continuar.

Palabras clave: Detección precoz del Cáncer; Neoplasias; Cuidado del Niño